sábado, 21 de abril de 2012

¿Que es lo bueno? ¿Que es lo malo para el imperialismo cultural?




La máxima de Kant “Compórtate de modo que tu conducta pueda convertirse en norma para todos los hombres en condiciones similares”, es menos simple y evidente de lo que parece a primera vista.
¿Qué se entiende por “condiciones similares”? ¿Las condiciones inmediatas en que se opera, o las condiciones generales, complejas y orgánicas, cuyo conocimiento exige una investigación larga y críticamente elaborada? (Fundamento de la ética socrática, en la cual la voluntad “moral” tiene su base en el intelecto, en la sapiencia, y por ende, el mal comportamiento se debe a la ignorancia; y la investigación del conocimiento crítico es la base de una moral superior).

Esta máxima Kantiana deja mucho en que pensar, ya que es difícil encontrar a una persona que no opere creyendo encontrarse en las condiciones en que todos operarían como él.
Para ser más prácticos: el que roba por hambre considera que todos los que tengan hambre robarán; el que mata por venganza, creerá que todos los que ansíen justicia práctica matarán. En ese ámbito, sólo los “locos” en el sentido clínico, actúan sin creer que están en lo justo. La cuestión se relaciona con otras.
-          Todos son indulgentes consigo mismos, porque cuando operan no “conformísticamente” conocen el mecanismo de las propias sensaciones y de los propios juicios, de la cadena de causas y efectos que los han llevado a operar –en cambio son rigurosos con los demás, porque no conocen su vida interior-;
-          Todos operan según su cultura, es decir, la cultura de su ambiente, y “todos los hombres” son para cada cuál su propio ambiente, los que piensan como él: la máxima de Kant presupone un solo pensamiento, un conformismo “mundial”.

Fijándonos detenidamente en este último factor, los conceptos morales y éticos del bien y el mal estarán también ligados al pensamiento cultural que se comparte en sociedad. Entonces, si vemos la máxima de Kant desde esta perspectiva, el que opera es el portador de las “condiciones similares”, o sea, el creador de estas; dicho de otra manera: el ser humano social “debe” operar según un “modelo” que quisiera difundir entre todos los hombres. Llegamos a la idea del “Sistema de orden social”
Pero estos conceptos sobre el bien y el mal dependen de muchos otros factores.
Pero, ¿de qué factores hablamos?
En ése sentido basaremos esta investigación: en un subcontinente tan vasto de identidades como Latinoamérica, es difícil basarse simplemente en una sola identidad. Cada cultura es una perspectiva social y filosófica distinta.
Pero los factores que las modifican son esencialmente los mismos: la mayoría factores externos que cambian la forma de vida de comunidades enteras.
Por su parte, Luz García Alonso, agrega:
 “El hombre consciente de sus limitaciones recurre a otros hombres para sobrevivir y para vivir mejor. Con ello intuye la condición precaria del individuo, frente a la riqueza de la especie. El hombre se da cuenta de que con otros hombres, es capaz de plantearse metas en cuya consecución participen juntos. Con ello intuye la participación en el bien común. Así el hombre se instala en el orden social.”
Pero a veces, este orden social se enmarca en una ola de influencias externas, como es el caso de Latinoamérica.
¿Qué es bueno, y qué es malo en una sociedad como la nuestra? Eso es lo que veremos a continuación: tratar de demostrar, que los conceptos del bien y el mal cambian a través de la historia, transformando con ello a la sociedad y a su intrínseca identidad. Y que, además, el crecimiento ético y moral del ser humano se desarrolla dentro de esta ola de factores que no siempre puede ser correcta ni éticamente aceptable.

(Textos de Antonio Gramsci, Luz García Alonso y argumentos del autor).

                                                         I Parte:
                               El desarrollo del Bien y el Mal en el Hombre
                                       a través de su vida y su Historia
                                                   en Latinoamérica


Recordando, para tener mayor cantidad de conceptos claros, los términos de “Bien” y “Mal” corresponden a una serie de valoraciones tanto positivas como negativas respecto a determinada acción. Al menos desde la perspectiva del área que observaremos en este trabajo.
Pero estas calificaciones no sólo dependen de la valoración personal o moral de la acción a ejecutar, sino que también dependen de lo que por sociedad se comprenda por “bueno” o “malo”. Vale decir, no significará lo mismo matar una vaca en un sector campesino de América, que en un sector de la India en el cual son sagradas.
Además, existen factores que incluyen nuevas perspectivas acerca de lo que es bueno en nuestros días (que ya veremos más adelante).
El ser humano desde su infancia construye su moralidad. Es un proceso con todo tipo de aprendizajes, y en un principio, la moralidad es heterónoma: el niño construye su moralidad en base a lo que entiende de padres, amigos, el colegio, su propia sociedad, etc.
Durante esta etapa lo que entienda el niño acerca del Bien y el Mal es esencial.
Sin embargo, Latinoamérica, y específicamente Chile, han tenido una historia particularmente injusta en cuanto a sistemas de orden social se trate. Y el factor económico es uno de los más importantes, pero no por ello será determinante.
Para ser más explícitos, si en un sistema socialmente injusto, donde se promueva el consumismo y el individualismo por sobre todo, crece un grupo de niños en un ambiente de profunda pobreza, ¿qué será de su moralidad y de su percepción acerca del bien y el mal?
Actualmente, en muchos casos esos sectores se convierten en abundantes focos de delincuencia, donde los jóvenes desde pequeños se han imbuido del ambiente consumista, y no saben discriminar entre lo correcto y lo incorrecto.
Pero, ¿y qué pasaba en el siglo XIX, donde la injusticia social era aún peor?

Gabriel Salazar, historiador chileno, nos cuenta:

(…) “Si los niños constituyen la célula germinal, la fuente originaria de “lo humano” de la humanidad ¿pueden las bombas subjetivadas de la crisis neoliberal destruir por completo esa “célula madre”? ¿Traen los niños, en su mismísimo ser, un germen de humanidad capaz de sobrevivir a los ataques externos, capaz de desenvolverse por sí mismo, en lealtad a la esencia que traen consigo al nacer? ¿Son capaces de devolver bien por mal o, por el contrario, son un mero efecto mecánico y un puro epifenómeno que reproduce y multiplica las acciones de que son objeto? O sea: ¿pueden ser capaces de “rebelarse”, no para negar la humanidad que traen en sí mismos, sino para re-humanizar el mundo exterior?

“Lo que más me llama la atención- dice Norma Carrasco, del Colegio Blest Gana- es esa lealtad que los niños se tienen entre ellos. O sea: si uno se manda una embarrada, ninguno acusa al otro, aunque tú estés presionando para que ellos lo digan. Es una lealtad increíble, porque en otros sectores (de la ciudad de Rancagua) no. Por nada del mundo el niño te traiciona o delata. Igual, si uno lleva un pan, lo reparte con todos sus compañeros de colación: tienen un increíble sentido del compartir.”

“Son bien solidarios entre ellos- corrobora Verónica Bravo, profesora del establecimiento-; los niños se cuidan entre ellos. Sobre todo con los más chiquititos. Tenemos un menor que tiene 6 años y todos lo cuidan harto. De repente no se soportan y pelean, hasta combos de repente hay, y esas cosas. Pero la mayoría de las veces se arreglan, porque ésta es una casa y ellos son como una familia, y entonces entre ellos son hermanos…”

“Recorro mucho el campamento- dice la Señora Isabel, de la Junta de Vecinos de la Población San Francisco- y hay niños de ocho, mocositas de ocho años que ya tienen que estar preparando la comida, una caldo Maggi para sus hermanitos, porque quedan al cuidado de ellas porque las mamás son temporeras…”

Lejanos los padres, amenazante el sistema, los niños se abren hacia los únicos que pueden comprenderlos: ellos mismos. Donde queda poco amor filial y protección, solo puede desarrollarse la fraternidad, la camaradería, la solidaridad. Así, aun cuando los niños crecen con graves carencias afectivas, crecen también con una experiencia creciente de “fraternidad”. Que es, sin duda, la célula madre de la sociedad y la humanidad.”

Salazar, a través de sus crónicas y análisis, demuestra que la infancia es uno de los períodos más puros de la vida humana, donde los reales espíritus de la sociedad se viven y expanden.
Pero con el tiempo, el ser humano como ser social y político, conforma su propia perspectiva acerca del bien y el mal, su propia moral. Lamentablemente, este ser social debe inmiscuirse en un mundo de orden político en el cual no siempre tendrá todas las oportunidades, y tendrá que hacer de su vida una herramienta de trabajo. Trabajo que no siempre es remunerado de  forma correcta, una vida donde la identidad que forje será producto además de fuentes externas y donde los espacios culturales serán escasos y comercializados.

Este proceso de la moralidad se inmiscuye además, con el concepto tripartito de identidades. Construir una Moralidad implica desarrollar junto a ella una Identidad.
Dentro del estudio de la Identidad, la podemos clasificar en 3 fases:
Identidad Individual, o concepción del vivir individual. Esta característica o clasificación de identidad, nos da a conocer el proceso de conformación del carácter personal, es decir, es el motor de desarrollo del SER en su propia sociedad, lo cual lo define y lo hace reconocible, un distintivo del resto del mundo.
Luego podemos considerar las otras dos fases, que dependen necesariamente una de la otra para poder conformar la Identidad Individual: ellas son la identidad Histórica, la cual se forja en procesos historiográficos o geopolíticos a partir del tiempo, procesos que definen rasgos distintivos, es decir, una idiosincrasia.
 Y por último, la identidad Cultural, concerniente a variables que no se relacionan necesariamente con lo político- geográfico,  pero sí con la conformación de características que definen a agrupaciones políticas o sectores definidos de la población.
En la construcción de todo este proceso de Identidad en Latinoamérica, diferenciado obviamente por la cantidad de culturas existentes en la región, los seres humanos se organizan en sociedad al compartir un historia, lengua y rasgos comunes. Se hallan ubicados en diversas partes del multifacético centro y sur del continente, y hasta hace 518 años atrás eran pueblos autosustentados y con una filosofía y sentido común propios.
Sin embargo, luego de la Conquista por parte de España y Portugal de los territorios americanos, la sincretización de la cultura se hizo más evidente. El ser humano latinoamericano se adaptaba a las situaciones impuestas por los europeos, y construía una identidad mestiza.
Es esta identidad mestiza la que ha acompañado la creación de la moralidad hasta nuestros días, siendo la base para la comprensión del Bien y el Mal.
 Por ejemplo:
Hay clasificaciones ortodoxo-religiosas acerca del “Mal”:

El mal moral:   Resultado de acciones humanas
El mal natural: Resultado de acciones ambientales.
El Manem:       Combinación del mal natural y el moral.
El Malativo:     Mal relativo.

En cuanto a éste último, el mal relativo, en el cual lo que es malo depende de la perspectiva de la cultura en que se halle, podemos introducirnos a la temática de costumbres religiosas Incas, parte básica de la vida y el sentido común de aquel pueblo sudamericano.
Dentro de estas acciones, se encontraban los sacrificios humanos Incaicos, como forma de dar sangre (fuente de vida), al dios Sol,  Inti.
Cuando los exploradores españoles llegaron, su percepción obviamente sería negativa, ya que en su pensamiento moral-religioso no se explican los sacrificios. Y como la dominación española fue más fuerte que la resistencia indígena, la percepción moral negativa acerca de estas costumbres provocó una sincretización religiosa por parte de los pueblos incaicos, quienes integraron las creencias religiosas europeas junto a algunas de su cultura, y se comenzó a desarrollar esta moralidad e identidad mestiza en el ámbito religioso.
Así, como ya hemos observado en esta identidad mestiza en Latinoamérica a través de la historia, los conceptos del Bien y el Mal no sólo dependen de los principios básicos de la humanidad, sino también del dinamismo que ésta pueda tener, y debido a factores que la modifican.
A continuación, veremos qué factores actualmente determinan los pensamientos acerca del Bien y el Mal.

                                                          II Parte:
                              El Bien y el Mal en la sociedad latinoamericana
                              Contemporánea, y los factores que la modifican.


Ya hemos observado que el Bien y el Mal son conceptos filosóficos morales, que se relacionan tanto con la historia como con la identidad social. A través de las experiencias latinoamericanas, podemos darnos cuenta de que la sociedad es dinámica, nunca estática, y se imbuye tanto positiva como negativamente de influencias externas.
Actualmente vivimos en un sistema económico neoliberal, donde el aspecto económico determina diversas funciones básicas de la sociedad. Sin embargo, a pesar de los aspectos positivos que el sistema de orden social imperante pueda tener, el aspecto moral y filosófico del neoliberalismo pareciera no tener fundamentos tan positivos.
El consumismo, el individualismo, son cosa de todos los días, y los conceptos del Bien y el Mal se corresponden (o tratan de corresponderse) con las leyes del mercado.
Ante esto, se desarrolla en toda Latinoamérica un ambiente similar al que describía Salazar anteriormente: “Si los niños constituyen la célula germinal, la fuente originaria de “lo humano” de la humanidad ¿pueden las bombas subjetivadas de la crisis neoliberal destruir por completo esa “célula madre”?
La infancia, la etapa heterónoma de la moralidad humana, se adapta a esta forma de vida, y absorbe todo lo que la sociedad actual le inculque. Aceptará los vicios y vejaciones, las falsedades y todo tipo de problemas que lleguen a afectar su débil fortaleza ante la sociedad.
La sociedad actual tiene mucho que analizar en el tema del Bien y el Mal. Hasta ahora, en América Latina, ocurre lo mismo que sucedió hace ya tantos años con España y Portugal: existe una invasión de cultura, de hegemonía, y de otros aspectos que hacen que la identidad latinoamericana, ya mutilada, desaparezca cada vez más. Esta vez ya no es España ni Portugal, ahora la potencia mundial que invade con su cultura hegemónica, es Estados Unidos.
Las percepciones morales acerca del Bien y el Mal, se confunden con el consumismo y el individualismo, y los focos de delincuencia y violencia aumentan en grados en todo el continente, por la misma razón de que la discriminación de lo que es bueno y lo que es malo se pierde en un orden social que no iguala oportunidades.

La sociedad es dinámica, y se transforma debido a interacciones de diversos factores. Entre ellos, podemos integrar la transformación por relaciones de producción, la transformación por influencia geográfica (el ambiente natural que con su acción provoca cambios en la sociedad), la transformación por influencias hegemónicas, y una transformación por dominación.
 Baruch de Spinoza consideraba el bien como algo subjetivo, no sólo por haber insistido en la idea de que lo bueno de cada cosa es la conservación y persistencia en su ser, sino también por haber escrito expresamente que «no nos movemos, queremos, creemos que es bueno, sino que juzgamos que es bueno porque nos movemos hacia ello, lo queremos, apetecemos y deseamos»
En sociedad, nos movemos hacia lo “Bueno” porque nos dicen qué es bueno, nos ofrecen lo bueno y nos movemos hacia ello.
Podemos agregar, además, el concepto de conciencia, para complementar:
“En términos filosóficos, se diría que es la facultad de decidir según la percepción del bien y del mal (lo que llamaríamos conciencia moral). De todas maneras, no está falto de razón Jean Paul Sartre cuando afirma que “la conciencia sólo puede existir de una manera, y es teniendo conciencia de que existe".
Pero la conciencia moral puede llevar a diferentes personas a actuar de distinto modo, de acuerdo con sus principios. Un ejemplo sería el de la posición ante la guerra. En este sentido, el dramaturgo Eugene Ionesco ha escrito una frase que explica bien esta paradoja: “Si matamos con el consentimiento colectivo, no nos remuerde la conciencia. Las guerras se inventaron para matar con la conciencia limpia”.
Algunos expertos afirman que la actuación de la conciencia moral abarca tres niveles: "antes del acto", "durante el acto" y "después del acto". En el primero caso, la conciencia actúa como consejera; en el segundo, nos indica que somos libres y responsables da nuestra acción; en el tercero, actuando como juez y ejecutora, la conciencia nos aplicaría su sentencia: satisfacción, tranquilidad, remordimiento, vergüenza, arrepentimiento, etc.” 

Esta conciencia moral se construye desde la etapa heterónoma de la infancia, pero es necesario que ella se base en principios aceptables.
Sin embargo, así como en las crónicas de Gabriel Salazar, en la infancia se corresponden estos términos, fortaleciendo así el lazo de unión social, por encima de las perspectivas comunes.


Conclusión Final


La construcción de una moral, desde la infancia, requiere además de padres comprometidos, una sociedad que fomente los valores básicos de la sociedad humana.
Sin embargo, la identidad mestiza latinoamericana, se ha visto aquejada por problemáticas de diversa consideración, adaptándose una y otra vez a los factores que la imbuyen tanto de situaciones positivas como negativas.
Es así como las valoraciones del Bien y el Mal se ven distorsionadas con la aparición de sistemas de orden social que no siempre tienen buenos fundamentos filosóficos para poder satisfacer el correcto funcionamiento de la sociedad política humana.
La conformación de la conciencia en un sector tan sincretizado del mundo, donde se mezclan diversas percepciones acerca de lo bueno y lo malo debido a la multifacética aparición de identidades, se dificulta, y la valoración de posibilidades y situaciones se modifica dando pie a un aumento en los focos de delincuencia e injusticias sociales y económicas.
El Bien y el Mal no es una teoría absoluta. Es dinámica, al igual que la sociedad que trata. Se modifica al igual que ésta, y se ve influida por factores externos que cambian su percepción ante la sociedad, y que modifican la construcción de una Identidad Individual, Histórica y Cultural.
A través del tiempo, nuestro país se ha visto afectado por modificaciones de todo tipo. Y la construcción de conciencia moral, sentido común e identidad se ha visto igualmente transformada.
La identidad, que se construye en base a una moralidad y conciencia moral,, no puede viajar en solitario bajo estructuras que no signifiquen factores para su desarrollo, sino que depende necesariamente de las características sociales, culturales e históricas, para desarrollar con el tiempo una visión clara del mundo que nos rodea, y una noción Espacio-Tiempo-Ser que constituya una plena condición del ser humano.
Sin embargo, a pesar de que la sociedad actual latinoamericana, llena de influencias extranjeras que se sobreponen a los valores ancestrales de un territorio como éste, siga siendo una fomentadora del consumismo e individualismo, hay una base que nace día a día y que es la esperanza de cambio diaria en el mundo.
Es ese fenómeno que se explica en el texto de Salazar:
“Lejanos los padres, amenazante el sistema, los niños se abren hacia los únicos que pueden comprenderlos: ellos mismos. Donde queda poco amor filial y protección, solo puede desarrollarse la fraternidad, la camaradería, la solidaridad. Así, aun cuando los niños crecen con graves carencias afectivas, crecen también con una experiencia creciente de “fraternidad”. Que es, sin duda, la célula madre de la sociedad y la humanidad.”
Son los niños, y su desarrollo en el sistema, los que desarrollan la ética y la conciencia moral en los sectores más aquejados por la economía, y ellos son la esperanza de cambio para reconstruir una mejor percepción acerca del Bien y el Mal en la construcción de una identidad social latinoamericana.
Los niños y su raciocinio inocente, la esencia de la humanidad presente en los estratos más bajos, tienen la posibilidad de enseñarnos que la ética acerca de los positivo o lo negativo, viene en pequeño y al comenzar nuestras vidas:
El bien y el mal son conceptos valorativos acerca de situaciones, pero se ven ultrajados por los factores negativos de la sociedad. La única forma de conformar una identidad social latinoamericana, basada en los principios humanos que son los más básicos, es volviendo atrás y dándonos cuenta de que es necesaria una transformación de la sociedad desde sus raíces, y recuperando la verdadera base del ser humano, político y social, que nace junto a los niños. 

viernes, 18 de junio de 2010

Pueblo...o simple masa?

A pesar de todo lo que se diga y se pueda decir, Democracia es uno de esos términos que siempre tienen que ser explicados más de una vez para comprenderlo del todo.
Y digo esto porque a pesar de todas las concepciones que se tengan de ella, si recordamos bien, en la época clásica existía un democracia sólo para los ciudadanos y no para los esclavos, cosa que no se ha modificado hasta hoy en día.
Y, a lo largo de la historia, este término se ha modificado, rebuscado o "replanteado" para favorecer a algunos pocos, y obviamente entre posiciones contrarias se buscaron calificativos para establecer verdaderas posiciones politicas y definir mas bien lo que harían las autoridades y no el pueblo.
No faltaron los que llamaron a la democracia capitalista o socialista criticando a la contraria de falsa y manipulada.Tambien hubo quien apellidó a la democracia como cristiana, como liberal, nacionalista, etc.
Y hubo al mismo tiempo quien puso en entredicho la confesionalidad, la excesiva ideologización, el populismo, de estas democracias. Algunos estudiosos han preferido hablar de democracia formal para definir aquella en que solo es posible participar en las decisiones superficiales y le contraponen la democracia sustancial en que se puede decidir sobre lo fundamental.
Pero, en realidad, a pesar de todos los subtítulos que coloquemos a estas pseudodemocracias, nos faltará un concepto elemental para poder concretar este ideal de gobierno.Y ese término alejado ya en la actualidad de todo panorama, es el PUEBLO.
Y sin pueblo, ¿cómo puede existir "gobierno del pueblo" que es el significado de Democracia?
Llegamos al punto central de todas las complicaciones politicas.
¿Como puede existir un gobierno del pueblo, si el sistema en el que se manejan sus decisiones y sus futuros, los representantes que se han designado tratan de hacer prevalecer privilegios y diferencias propias del pero mundo de esclavitud?
Como dice una columna, que leí por ahí, aquí no hay Democracia Representativa. Hay una verdadera Dictadura de los representantes.
Sólo podemos aclarar puntos dentro del ennegrecido espectro político contemporáneo, y esos puntos son claves a la hora de comprender de manera fehaciente las razones de porqué la realidad de las cosas actuales de definen a favor de unos pocos en vez de a la mayoría.
Aquí no hay un Gobierno de Todos...
En estos momentos, las dictaduras son cosa de cada día. Vive el ser humano pendiente del capital, de estresarse sin más para que cada fin de mes no sea un suplicio. La democracia es una forma de llamar actualmente a la decadencia por el dinero.
Pero, apelando a la conciencia, ¿acaso una democracia no la compone un pueblo entero?¿dónde está ese pueblo entonces?
Está en las colas de los supermercados.
Anda de Shopping por la vida, intentando comprar todo a mitad de precio, aún cuando su mente y sus piernas estén en juego, porque al comprar vende su capacidad para pensar y avanzar.
El pueblo, en realidad, es ahora masa.
Masa inconsciente y consumista.
Masa que ahora ya no tiene conciencia de pueblo, que perdió su identidad, que vende su pasado al mejor postor, y que adopta sin ningún reparo la moda y la cultura de una sociedad peor aún que ella misma.
¿En qué estamos?
¿Qué hacer?
Sólo dar nuestra vida porque esa masa vuelva a ser pueblo, y porque nuestras vidas apoyen a esta masa a recuperar la conciencia.
No es que los hombres hacen los pueblos, sino que los pueblos, con su hora de génesis, suelen ponerse, vibrantes y triunfantes en un hombre.
          José Martí

No me importa perder 10, 20, 50 años de mi vida.
Lo único que sé, y de lo que estoy seguro, es de que cuando se hacen bien las cosas, la gente no está segura de que si uno hizo o no hizo algo. Y eso es lo correcto.

La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Salvador Allende Gossens

martes, 11 de mayo de 2010

Errores de concertación: Necesitamos Educación Política!


No me gusta pensar que las cosas se hayan dado en Chile de la manera en que se dieron, pero creo que es culpa de variados factores que hicieron que el ala derecha, el ala conservadurista de la difusa política chilena, irrumpiera en el marco político del Gobierno. Un gobierno, que por cierto, ya no es “de todos” como era hasta hace décadas, sino que ahora somos los subordinados de un gobierno de “gerentes”, que además de tener el control económico, ya obtuvieron el control político de nuestra sociedad.
Pero ¿qué es lo que provoca descomunal fallo, de las masas chilenas, ante la aparición de un empresario político fantoche como es Piñera?
Ya sé que muchos ya dicen que no es momento de hallar errores y que lo mejor es buscar soluciones. Pero debemos rectificar el camino por donde transitamos.
Desde hace unos días, veo un escenario bastante particular en el colegio donde estudio, ya que, ante la elección de un centro de alumnos, los estatutos base de este centro son inflexibles e incoherentes. Tal como es nuestra constitución y nuestro actual gobierno.
¿Es acaso para los jóvenes la política algo “innecesario”? ¿O todos viven la vida “loca” y no son capaces de reconocer realmente que cada paso de este país se debe a su situación tanto política como educacional?
Aquí entramos a los “errores de la concertación”.
El desarrollo de una economía profundamente neoliberal, el sistema de acuerdos comerciales y la variada gama de privatizaciones y retoques a la situación chilena en el espectro económico, hicieron que la educación tanto política como normalista, sufrieran gravísimas pérdidas en cuanto a contenido. El Estado chileno, prefirió permitir la continuidad de colegios privados con independencia del Ministerio de Educación, y la matriz de enseñanza perdería durante estos últimos 20 años, esa energía falsa que permitió el triunfo del NO para las elecciones de 1989. Los jóvenes estudiantes secundarios del 2006, se dieron cuenta de ello, y a partir de una exitosa toma general de colegios municipales, lograron llamar la atención del gobierno y permitir el proyecto de una nueva ley. El cambio de la dictatorial LOCE, permitiría a los estudiantes relajar sus ánimos durante unos meses, pero, sin embargo, serían a su vez traicionados con la neoliberal Ley General de Educación. Un engaño más de la concertación a sus alumnos secundarios.
Así como la educación se perdió en este país hijo de los yanquis, el espíritu de identidad y respeto hacia nuestros orígenes se cayó al fondo de los recuerdos de los chilenos. Una caída severamente baja, a mi juicio. Perder nuestra identidad, recordar a los mapuches sólo como pueblo fiero que arremetió contra los españoles en el siglo XVII, y despreciarlos públicamente como “indios terroristas”, fue otro fatal error de la concertación. En estos momentos, ¿qué es para nosotros el sentido de identidad? Al parecer lo hemos dejado en el fondo de nuestros sentimientos. El aguerrido pueblo Mapuche, ubicado en el ancestral Wallmapu, se ha visto insultado por el gobierno de la concertación, iniciando con ello un proceso de respuesta de lucha ante tamaña ingratitud. Como decía un amigo y compañero werkén de la zona en que vivo, “más vale un gobierno que venga con la metralleta por delante, como la derecha, que seguir aguantando a una concertación que nos tire la daga por la espalda”, ante mi interrogante sobre la situación política del pueblo Mapuche en las elecciones del año pasado.
Otro error más: desconocer el verdadero origen de nuestra nación, los pueblos originarios, y andar “adorando” a dictadores asesinos como O’Higgins, responsable de muertes de revolucionarios tan honrosos como Manuel Rodríguez y José Miguel Carrera, y de muchos ciudadanos del Pueblo-Nación Mapuche.
Si ya teníamos como fundamentos estos anteriores, ahora vendrán los más acusatorios.
Retoques y pinceladas. Eso es lo que la concertación hizo con la Constitución dictatorial de 1980.
Pequeñas reformas y cambios superficiales son los que Ricardo Lagos hizo en su período gubernamental, a pesar de que venía de llegar al poder bajo su lema de “igualdad”, que por supuesto, jamás se cumplió. Creo que ese es uno de los errores que este grupo de “progresistas” burgueses del área central de la política chilena, sigue cometiendo: intentar, siempre, construir un mundo perfecto a partir de lo imperfecto.
Lo hemos visto tantos años, y si embargo no se cansan de mostrarlo. Un Sistema Binominal discriminatorio y pinochetista, que concede bloques a las áreas más poderosas del país y no da una real e inclusiva “Democracia Participativa”, a las masas chilenas. A lo mejor se preguntan por qué razón en todo este texto no me he referido al Pueblo chileno como tal. Bueno, a mi parecer un pueblo es una masa con conciencia, cosa inexistente en este país en el cual solo hay masas consumistas.
Volviendo al tema al que me refería, además de permitir la continuación de un modelo político y económico neoliberal, la desfachatez con que la concertación se aprovechó de recursos naturales y públicos, para “fomentar” la economía nacional, dejó un profundo déficit de materiales tanto económicos como físicos; en estos últimos, el problema de deforestación y erosión como factores graves.
Y otro elemento más del señor Lagos. El obsequio a las hidroeléctricas de todos los derechos de agua no consultivos en Chile. Un hermosísimo regalo para lo acaudalados inversionistas extranjeros.
Estos fundamentos, tanto económicos como políticos, ¿Son o no son causas para la pérdida de poder de la concertación? Creo que esa respuesta, está clara.

Al respecto: ¿Cómo poder rectificar estos errores?
Muy simple. La palabra es: EDUCACION POLÍTICA
Despertar la conciencia de clase y la condición de ser, el elemento de la identidad, son problemáticas que deben ser resueltas con, por lo menos, un mínimo de probidad. Cada uno de los grandes procesos revolucionarios ocurridos en nuestro mundo, ha requerido del pueblo, y en especial, de los jóvenes, la necesidad de inculcar la verdadera identidad que les corresponde ejercer como personas y seres en un mundo que, si bien no los escuchará ni los tomará en cuenta, corresponde al espacio contextual en el cual harán reclamar sus derechos.
La organización estudiantil, es, por lo tanto, una de las bases a conseguir para que esta unidad política y social, llegue a buen camino. Mientras en nuestro país haya jóvenes que estén dispuestos a transformar su realidad, el mundo conocido será más sano en su sentir, ya que la igualdad se verá a través de esos ojos, de esas manos, y de ese espíritu revolucionario, dispuesto a luchar por el establecimiento de una sociedad mejor.
Pero, ¿Cómo podemos crear conciencia estudiantil?, ¿cómo, si la educación propiamente tal se encarga de inculcarles desde pequeñitos ese “amor por la plata, y la vida en sociedad”?
Ahí es donde entramos nosotros, lo que nos comprometemos y acongojamos por la desigualdad del otro. Formar movimientos, organizar actitudes, canalizar sentimientos. Ésa es nuestra misión. Aunque los contextos se vean difíciles, a pesar de que la esperanza se pierda por culpa del capital; la decisión y el carácter que afrontemos en la tarea de comunicar, de formar opinión y de recuperar identidades perdidas, es menester para que sepamos dirigir bien las decisiones y no nos dejemos amedrentar por un montón de fachos nimios que sólo viven la vida del capital, la individualidad y el egoísmo.

Día de los Trabajadores: Un día en la Memoria.


Hoy es un día negro para nuestra historia. En realidad, no hay nada que celebrar. El Estado neoliberal hace pensar a las masas que este día oscuro, es el “Día del Trabajo”, cuando en consideración, es una historia grabada a sangre, dolor y plomo, en la piel de tantos y tantos mártires de nuestra lucha.
“Día de los Trabajadores”, el día conmemorativo de la muerte de tantos compañeros obreros en el duro enfrentamiento en Chicago, donde la injusticia y la maldad expresaron su sentido más cruel. Aquellos que no sientan en su pecho el dolor de esta injusticia, no saben realmente que están haciendo en esta vida. Cómo compaginar las hojas de la valentía, de la lucha diaria, del combate por el pan para alimentar escasamente a una mísera familia; con las de la burguesía, con las del lujo, con la injusticia, la inequidad y el triste sabor amargo que ofrece la ametralladora asesina de ideales, cayendo sobre los cuerpos de tantos y tantos camaradas a través de los siglos.
Éste, como digo, es un día negro en nuestra vida. Es el día del luto por la muerte, y por la memoria aún vigente, recordando a compañeros como los caídos en Chicago, en Argentina al ángel de la bicicleta, en Chile a las víctimas de Neltume, en Cuba a los caídos en guerrilla...y así podría nombrar a muchos mas que suman y suman pérdidas en nuestros corazones y almas, que sienten en lo más hondo el dolor y el pesar de perder el combate.
Pero además de ser un día de luto, es un día de renacer. Ante las memorias de los caídos, levantemos la bandera roja que nos marca el movimiento, levantemos ese corazón ametrallado por la derrota pero vivo aún por la esperanza, y sigamos la senda que nuestros anteriores luchadores nos dejaron. Sigamos en la lucha de ejercer nuestros derechos, vamos por la igualdad de oportunidades y la hermandad de obreros y campesinos. Ésta es la lucha, este es el derecho de vivir en paz y el ánimo de defender al que sufre y pierde su alegría, por la falta del asqueroso capital.
Organicémonos. Armémonos de valor para defender lo nuestro hasta en el más pequeño de los casos, para hacer que cada persona que viva en nuestra Patria Grande sienta lo que es nuestra identidad, nuestra real identidad, y defienda los hechos históricos, culturales y sociales, que el monstruo del capitalismo arrebató al pueblo esclavizado. Hagamos que esta lucha, que a pesar de que pocos la sigamos, sea ánimo en los trabajadores para seguir existiendo como pueblo consciente y organizado.
Vivamos juntos como iguales, vale más que ser uno con dinero y sin memoria.
LES DESEO UN BUEN DIA DE LOS TRABAJADORES, MIS QUERIDOS CAMARADAS.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Desarrollo Sustentable: ¿Futuro Medioambiental o Futuro Neoliberal?


El paisaje ambiental experimenta cambios naturales, debido a la interrrelación permanente de los elementos bióticos y los abióticos que lo conforman.
Sin embargo, estos factores se modifican en su gran mayoría, por la indiscriminada acción del proceso antrópico.
La acción antrópica ha ido en aumento desde los albores de la humanidad, pero se ha incrementado en su mayoría desde el proceso de la Revolución Industrial, a través de los enormes desarrollos tecnológicos que ella conllevó, y, principalmente, por el avanzado capitalismo de la época ya mencionada.
Y es precisamente por esa última variable, que el factor antrópico ha desarrollado atropelladoras formas de devastar la naturaleza, debido a la necesidad del liberalismo económico de privatizar los recursos naturales y económicos, entregándolos sin ninguna medida cautelar, al mejor postor, o al mejor demandante.
A pesar de ello, si observamos la situación desde un punto de vista básico, dada nuestra condición de seres vivos, dependemos para nuestra subsistencia de los recursos que necesitamos y podemos conseguir del medio natural. Pero, para el Capitalismo, y su fase desarrollada( el Neoliberalismo), la noción exacta de este concepto está dada por la utilidad económica, mercantil y comercial que representan algunos elementos de la naturaleza para el mundo del Mercado.
Actualmente, la intensificación de la explotación de los recursos naturales a partir de 1950, especialmente por parte de los países más industrializados y desarrollados, ha creado una seria amenaza de agotar rápidamente los recursos no renovables y de extinguir los renovables al impedir su proceso natural de regeneración.
Además, la actividad productiva capitalista ha generado tal cantidad de desechos contaminantes, que se han provocado gravísimos daños al medio ambiente. Esta situación, que ya está generando una aguda competencia de las transnacionales privadas por los recursos naturales, provoca además una grave situación de pobreza, creciente cada día, entre nuestro pueblo latinoamericano, debido a que América Latina, como fuente de recursos aún vigente, demuestra una foco de atracción muy relevante para los bolsillos interesados de los grandes monopolios y potencias neoliberales en busca de recursos naturales.
En las últimas décadas, ha surgido con entusiasmo desde diversos sectores, el término de "Desarrollo Sustentable o Sostenible".
Según la Definición textual de las Naciones Unidas acerca de la propuesta medioambiental, nos podemos remitir a que "el desarrollo sustentable es aquel desarrollo que satsface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas".(Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 1987).
Y en la Cumbre de Johannesburgo, realizada en 2002, se acordó que para llevar a cabo el desarrollo sustentable, es menester la aplicación de medidas que procuren el crecimiento económico con equidad, junto a la conservación de los recursos naturales y el medio ambiente; así como el desarrollo social, contemplando las necesidades de las personas, sus derechos y la diversidad cultural.
Basándonos en todo el análisis TEXTUAL de las definiciones anteriores sobre el Desarrollo Sustentable, podríamos incluso llegar a decir que " Suena Lindo", debido al gran contenido social y humanitario de estas palabras.
Pero, penosamente, el trasfondo de esta situación da mucho en que pensar:
Las Teorías de Implementación del Desarrollo sustentable en los mal llamados "países de Tercer mundo" o en vías de desarrollo, requieren de diversos factores que ponen en duda su correcta aplicación.
En primer Lugar, el término "Desarrollo Sustentable" como tal, no existe. Ello sea porque un desarrollo requiere obligatoriamente de la utilización de recursos que en un momento determinado se agotarán, y en todas la circunstancias analizables, un " desarrollo" no se puede "sustentar" a sí mismo en ningún aspecto.
En segundo lugar, ante su aplicación, se requiere de verdaderas "tutorías" gubernamentales y económicas de países desarrollados, para poder llevarse a cabo. Y ello puede ser la oportunidad perfecta para que las potencias neoliberales con fuertes falencias económicas y de recursos naturales, extraigan, sin oposición alguna, los recursos del país en desarrollo.
Luego, cabe recordar, que los países actualmente desarrollados, y potencias económicas, como E.E.U.U, se valieron en su momento de una devastación y una sobreexplotación avasalladora contra el medioambiente,(obviamente por su "progreso")y ahora nos vienes a hablar de "sustentar debidamente nuestro desarrollo" para proteger el medioambiente. Creo que ello da para pensar ¿no?
Continuando, las potencias, como el caso estadounidense, que actualmente ostentan el poder económico, polítco y sistemático del planeta, requieren mantener su hegemonía y poder sobre el resto de las naciones del globo, y por ello mismo apoyan fehacientemente esta teoría pancarta del desarrollo sustentable, porque mientra más la apliquen las naciones en crecimiento, más alarga el proceso de desarrollo (aproximadamente en unos 200 años)y más aún se extiende el poder de potencias neoliberales sobre nuestra Latinoamérica.
Por último, desde un punto de vista medioambiental y a modo de ejemplo, este tipo de desarrollo propone, en vez de replantaciones nativas a la tierra, la intromisión de especies como el Pinus Radiata y el Eucaliptus, especies que tienen un corto período de crecimiento, útiles para los intereses de empresas del mercado maderero, y que acidifican el suelo en cantidades muy altas, dejándolo inservible para su reutilización agrícola, ganadera y forestal, complicando las nuevas emisiones de gases; debido a que la purificación ejercida por los ya mencionados árboles es poca, o casi nula en comparación a las especies nativas, y además, erosionan el suelo.
De modo que, nuevamente, se defienden los intereses empresariales y económicos antes que los derechos del medioambiente y del verdadero pueblo, mientras que la pobreza de la clase honrada se alarga por varias décadas más.
Para finalizar, el "desarrollo sustentable" sólo es un arma más del neoliberalismo internacional, a través de la ONU, y los países más desarrollados y neoliberales, para extender por unos siglos más su corrompido sistema económico.
Bajo un pretexto de aparentemente sanas palabras y un pensamiento UTÓPICO, nos entregan el cuidado medioambiental, y, por debajo, nuestra entrega ciega de recursos naturales y nuestra independencia económica, si es que la tenemos...
De modo que, en caso de que aprobemos el desarrollo sustentable, debemos reflexionar acerca de a quien beneficiamos: Al medioambiente mundial, o al neoliberalismo burgués.
Existen miles de formas de cuidar nuestro medioambiente, conservándolo y cuidándolo de emisiones riesgosas, pero aceptar gatos por liebres es una tarea que debemos analizar muy bien...

lunes, 1 de junio de 2009

La democracia actual: un pequeño gran juguete de los poderosos.


Nuestra vida como seres humanos podrá ser extensa y compleja, podrá estar llena de desarrollos y avances en torno a nuestro mundo. Pero aún así, sólo existen unas pocas realidades que no nos diferencian de los animales: nuestra capacidad de discriminar entre cada uno y realizar grandes comparaciones entre lo que cada uno será y lo que somos. Y es así, que llevados por la codicia, la poca solidaridad que nos tenemos, y el acrecentado interés en lo propio que este sistema nos impone y nos obliga a sobrellevar sin que nos demos cuenta; es así, que nos dividimos, nos preocupamos de "nuestra" vida, y no de que cada uno de nosotros, unidos, podríamos llegar a cambiar lo que conocemos como Democracia.


Hace ya mucho tiempo que la democracia dejó de ser el gobierno de todos, para ser el gobierno monetario de las masas,y en nosotros, para ser funcionarios nimicos de una sociedad clasista.
¿De qué nos sirve alabar a personajes públicos, si en sí, en ellos radica el problema?No es que se diga que los políticos son malos, que el servicio público no funciona y que todos roban para sí. La definición básica, es que aquellos que actualmente están en el poder, no han hecho lo correcto, y se han ensimismado en equivocarse en política neoliberales y han gastado inútilmente gobiernos que podrían haber sido colaboradores con el pueblo, para remediar lo que el mandatario anterior dejó, su "herencia"gubernamental, que, en éstos últimos gobiernos, no ha sido muy agradable.

Chile hace mucho tiempo ya que no es un país independiente.La independencia económica que Allende nos dejó, no sirvió de nada para los pocos que decidieron nuestro camino a flor de asesinatos y torturas.Chile es la democracia perfecta: para E.E.U.U. ¿De qué sirvieron tantos mártires políticos de los cuales nos jactamos, si ya no luchamos por la causa de su muerte?
He aquí la causa de la lucha izquierdista en Chile, la reconquista de nuestra propia gobernabilidad económica y política, que hemos perdido, y, que por cómodos y egoístas, no hemos luchado por recuperar.